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Son una técnica de electroestimulación utilizada en tratamientos estéticos y fisioterapéuticos. Consisten en la aplicación de impulsos eléctricos de baja frecuencia (30 Hz a 800 Hz) a través de electrodos en la piel, estimulando las terminales nerviosas y provocando contracciones musculares rítmicas. Desarrolladas en la Unión Soviética en los años 50, se utilizan para fortalecer los músculos, mejorar la circulación y favorecer la recuperación.
Esta técnica permite trabajar diferentes grupos musculares de manera aislada, eliminando el riesgo de lesiones por malas posturas o sobrecarga. Entre sus beneficios destacan el fortalecimiento muscular, la rehabilitación tras lesiones, la mejora de la circulación sanguínea y la reducción de celulitis.
Las corrientes rusas son ideales para centros de estética y spas que buscan ofrecer tratamientos efectivos y seguros. En resumen, son una herramienta innovadora en el ámbito estético, proporcionando una forma segura y eficiente de tonificar y desarrollar la musculatura.
Producto cuenta con certificado INVIMA
Fortalecimiento Muscular: Promueven contracciones musculares que ayudan a tonificar y desarrollar la musculatura, especialmente en áreas difíciles de trabajar con ejercicios tradicionales.
Rehabilitación: Son útiles en la recuperación de lesiones, manteniendo la masa muscular y facilitando la rehabilitación después de cirugías.
Mejora de la Circulación: Estimulan el flujo sanguíneo en la zona tratada, lo que mejora la oxigenación y la eliminación de toxinas.
Reducción de Celulitis y Grasa: Pueden contribuir a mejorar el aspecto de la piel y a reducir la celulitis al aumentar la circulación y tonificar los músculos subyacentes.
Relajación Muscular: Ayudan a aliviar tensiones y a reducir la fatiga muscular, proporcionando un efecto de relajación.
Entrenamiento Personalizado: Permiten trabajar grupos musculares específicos sin el riesgo de lesiones, lo que es beneficioso para personas con limitaciones físicas o que no pueden realizar ejercicio convencional.




